domingo, 13 de enero de 2013

'Porque sabes que pierdo el culo por ti. Y quizá ese fue mi fallo.'


Y llega ese momento que te das cuenta de que es ella.
Ella.
Ella es ahora esa persona que maneja el compás de tu vida. La que marca el ritmo. La que activa esa parte de ti que hace que juntos forméis un perfecto compás binario, que bailéis la misma melodía. Ella es justo esa que hace que todas y cada una de las terminaciones nerviosas de tu cuerpo cobre vida.
Ella.
Ella es esa persona que al mirarla parezcas un ciego que ve por primera vez el sol. Que cada vez que te toca sientas como una corriente eléctrica corriendo por tu cuerpo, esa que hace que siempre quieras más y nunca menos.
Ella.
Ella es la que te vuelve loco cada vez que mueve las caderas al andar, la que hace que no puedas hacer nada para remediarlo. La que hace que realmente tengas ganas de llegar a casa, a la que realmente te apetece escuchar contándote todo lo que ha hecho durante el día, aunque te resulte aburrido.
Ella.
Y ya no puedes hacer nada, porque es ella. Porque te sientes irremediablemente atraído, como si ahora tu centro de gravedad fuese ella. Y realmente lo es, vaya si lo es.



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